El deseo encandenado

¿Porqué titular este artículo de esta forma? A raíz de los acontecimientos de mi último artículo, “Prácticas sexuales: el BDSM”, me ha llevado a denominar o describir el deseo de los seres humanos como el deseo encadenado. ¿Por qué? El promedio de visitas diarias a este humilde blog de psicología está entre 120-150, pero el mismo día de la publicación del artículo sobre el libro “Cincuentas sombras de Grey”, ese mismo día se obtuvo 352 visitas, siendo el artículo más visitado en dos años que funciona esta web y el artículo más leído desde mi página publicada en Facebook. Eso sin olvidar que sigue teniendo un gran interés a día de hoy y las visitas diarias se centran en ese artículo.

Siempre desde una mirada a través de la Psicología, podemos deducir que el deseo de los seres humanos se encuentra encadenado a aquello que todos conocemos como tabú o tabúes. Sentimos vergüenza, esa emoción escondida en la mayoría o totalidad de las personas, y dejamos que esa emoción y los sentimientos unidos a ello, encadenen nuestros deseos para no dejarlos aflorar y mucho menos que sean públicos.

¿Os dais cuenta que volvemos a mencionar la falta de comunicación en las relaciones sexuales? Hace no mucho, escribí un artículo sobre ello, esa falta de comunicación que hay entre las parejas y a pesar de ello, seguimos afirmando (¿Podría ser considerado una afirmación?) que el ser humano a pesar de ser una persona que lleva de manera innata la comunicación, no sabe utilizarla, se equivoca y en múltiples ocasiones, decide no hacer uso de ella. Quizás los animales hacen mejor uso de ella que nosotros mismos… ¿Verdad?

Este artículo tiene como objetivo que todos aquellas personas que están interesadas en las prácticas BDSM o cualquier práctica que puedan considerar un tabú (hablo de prácticas que de manera consensuada y sin dañar a nadie), deberían de pensar que encadenar el deseo no es el fin de ello y que deberían de replantearse si son felices haciendo eso, poniendo las esperanzas en blogs de este tipo, que habla de las prácticas sexuales no convencionales (¿o sí?) con libertad, con respeto y enfocando el sexo desde otro ángulo, saliendo de las relaciones convencionales y los estereotipos.

Es hora de reflexionar de si lo que queremos y hacemos, es similar al deseo que sentimos y si ese deseo debe de seguir encadenado o es hora de liberarlo de unas ataduras que hemos creado nosotros mismos, por el miedo y la vergüenza de los pensamientos ajenos.

Imagen: http://dinamicasojuegos.blogspot.com.es/2010/08/cadena-de-nombres.html