Cuando la familia se vuelve tóxica

Generalmente y de manera muy habitual, acude a consulta clientes con serios problemas familiares. Se sienten engañados, manipulados, heridos y maltratados. ¿Qué ocurre en los entornos familiares?

Conceptualizando a la familia

El concepto de familia viene generalmente unido a personas de tu misma sangre que deberían de amarte, quererte y protegerte. Los conflictos personales deberían ser mínimos y el apoyo, debería ser el principal factor que sustenta el concepto de familia, acompañado por supuesto, de factores como el valor y el amor. La familia debería de fomentar el crecimiento personal de cada uno de sus integrantes, sin juzgar ni malherir.

Desgraciadamente muchas personas consideran que la familia, su familia, les hace daño. Constantemente se sienten manipulados, enjuiciados, insultados y humillados. Algunas veces se sienten ahogados, como si con solo mirarles, les robará todo su oxígeno. Los celos, la culpa, la envidia, el odio reprimido, la no aceptación a las parejas o la obligación e imposición de sus propios criterios hacen que el desarrollo personal de los integrantes de esa familia, se vea perturbado.

Los nuevos miembros

Cuando una familia se encuentra constituida por madre, padre e hijos, es normal llegar al momento en la suma de miembros: yerno, nuera y nietos. El problema principal suele radicar en la no aceptación de estos miembros. La no comprensión de la variabilidad de las personas, de sus pensamientos, de sus valores y de sus creencias, hace que en múltiples ocasiones esa suma de miembros acabe desestructurando a esa familia.

El problema radica en que esa diferenciación entre sus miembros se vea como un peligro estructural del sistema familiar y no como un complemento que sustenta las bases de ese hogar.

¿Solución?

Está claro que desde la psicología no podemos modificar unos patrones dados en una familia si hay integrantes en ella que no quieren. Pero lo que sí podemos hacer es que con un solo familiar que sea consciente del problema que presenta, sea capaz de llegar al bienestar emocional. Es habitual leer que con que trabajamos con un miembro, ya podemos modificar el patrón global, pero desde mi propio juicio y experiencia vital, el trabajo que debe de hacer un único  miembro es tan agotador y en muchas ocasiones, tan perturbador y doloroso, que el objetivo debe de modificarse: no modificar el patrón familiar si supone un desgaste emocional y físico, pero sí modificar la relación que tiene esa persona con miembros de su familia clasificadas como tóxicas. Adquirir herramientas que le ayude a no sufrir, no sentirse malherido constantemente. Herramientas que le ayuden a vivir sin el sentimiento de culpa y vergüenza. Herramientas que le ayuda a ser en otras palabras, a ser feliz.