Amy Winehouse: una muerte anunciada y no escuchada

Este artículo sale la dinámica de mis escritos pero el fallecimiento de dicha cantante se merece tener un espacio en este humilde blog.

¿Qué tiene de especial esta muerte? Mucho son los que opinan que es merecido ya que era una chica adulta, que ella fue la que “decidió” adentrarse en el mundo de las drogas y que absolutamente nadie le puso unas pastillas en las manos.
Dichas afirmaciones generalmente viene dado en personas que no conocen las adiciones y en concreto, las drogodependencias.

Una persona no decide tomar cocaína de un día para el otro. No se sienta en su cama y se dice a si mismo “hoy voy a empezar a ser un drogadicto”. No se encuentra una pastilla tirada por el suelo y decide “probar”. Y un largo etcétera de ejemplos que podríamos hacer eternos e interminables.

La droga como el alcohol no funciona así y lamentablemente, para aquellos oídos sordos de nuestra sociedad, sí se ha visto perjudicada por los factores sociales a demás de personales.
Las personas que tiene carencia de cariño o que el cariño que tiene en su entorno no es el adecuado, además de carecer de una autoestima positiva y no amarse en cada paso y decisión que toman en la vida hacen que sean más vulnerables a caer en las redes de la droga y el alcoholismo.
El entorno, uno de los factores más influyentes en estas situaciones, suelen ser los protagonistas y los culpables de desarrollar adicciones injustificadas o “justificadas” para ellos mismos.

Se especula y se comenta que todo el mundo era conocedor del final de esta cantante. La propia madre habla de ello, sabía que ocurriría y entre sollozos y lágrimas lo reconoce.

En la vida de cada individuo vivimos según los valores y los factores socioculturales de cada país y cultura. ¿Qué queremos ser por tal de que los demás estén bien con nosotros mismos? ¿Si actúo de este modo, tendré estatus social? ¿Me querrán si hago lo que me dicen? ¿Serán felices los demás si modifico mi “yo”?
Preguntas que no nos lo hacemos pero que nuestra subconsciencia se realiza todos los días. Vivimos coaccionados por la opinión general, por cómo nos ven y por cómo debemos de ser.

No conocemos cómo dirigir nuestra vida y cuando se descarrila como un mero tren de mercancías, nadie está ahí para recoger los pedazos que quedan. Dirigen su mirada hacia otro lado y mediante la compasión, reconocen lo que estaba anunciado, pero no lo que deberían de haber hecho ellos por esa persona.

¿No somos responsables de lo sucedido?