Efectos secundarios olvidados

“Te levantas cada mañana ilusionado con el trabajo de tus sueños; haces planes de futuro; cuánto tiempo  queda para que crezca la familia; o ese viaje que te espera desde hace años y que ahora por fin puedes realizar pero… un día todo eso cambia, como una noria que desciende lentamente y ya no puedes observar el maravilloso paisaje que tenías ante tus ojos.

¿Ahora qué? ¿Cómo encontrar las palabras adecuadas para decirles a esas personas que te quieren y te importan, que  todo eso se ha desvanecido? ¿Cómo decirle a ese compañero que recorre la vida junto a ti, que has cambiado? ¿Que ya no eres esa persona que soñaba despierta?

Todo se acabó y todo se acabó porque alguien decidió por ti”

Esos efectos secundarios olvidados

Todos sabemos qué efectos secundarios tiene el padecer de manera reiterativa y continuada un acoso moral en el trabajo, efectos secundarios que relataré en el próximo artículo, pero… ¿y los pensamientos que invaden a esas personas y que no tienen la fuerza suficiente de decir el calvario que están viviendo?  No es fácil, aunque lo parezca.

Existen muchos factores que influyen y que al mismo tiempo cuesta observar por el entorno, es decir, una víctima de acoso laboral puede estar sintiendo una lucha en su subconsciente y la gente que está junto a esa persona ni darse cuenta del traumático proceso que está viviendo.

Lo más importante de las consecuencias del acoso, es la destrucción de uno mismo pues a medida que van ocurriendo los hechos, más difícil es creer en salir de ese pozo y mucho más complejo es salir ganando de una batalla en al cual no confías en ti mismo.  ¿Creer en salir de ese pozo? Así es, habéis leído bien, creer. Muchas víctimas se autosugestionan, no creen en ellos mismos y tampoco creen en poder encontrar vías y soluciones para su situación.

¿Por qué? Porque ese hostigador ha robado lo esencial del ser humano, la autoestima, y a partir de ahí se convierte en un bucle peligroso en el cual  no hay soluciones visibles aunque no implica que sean inexistente.

Lo lamentable de todo esto es que cuando las víctimas se dan cuenta de lo que está ocurriendo o mejor dicho, se dicen a si mismos “esto no es normal”, los efectos secundarios ya llevaban tiempo ahí, en un escondite que solamente saldrán a la luz  cuando la víctima reaccione y luche sola o acompañada,  para salir de ese infierno.

Imagen http://www.marioconde.org/foro/2010/10/mobbing-o-acoso-laboral/