¿Has probado a dejar de fumar mediante el uso de los cigarrillos electrónicos? ¿Sigues utilizándolos? Este artículo te interesará.
Cigarrillos electrónicos vs Psicoterapia
¿Podríamos decir que los cigarrillos electrónicos han ganado la batalla a la psicoterapia? No, no ha ganado la batalla y no lo hará, no solo por los bajos índices de éxitos en personas que han intentado dejar de fumar si no por la información que se ha publicado recientemente por los investigadores de Penn State College of Medicine.
Cigarrillos electrónicos y la salud
Cuando una persona hace uso de un cigarrillo electrónico ocurre lo siguiente: producción de aerosoles, partículas líquidas diminutas que se encuentra suspendidas por bocanada de aire. Estos aerosoles están constituidos por radicales libres y según las recientes investigaciones, la proporción de radicales libres se encuentra altamente reactivos (moléculas asociadas con el daño celular y el cáncer), en un rango muy por encima de los cigarrillos regulares, es decir, los que matan.
Suena paradójico que una persona que decide dejar de fumar hace uso de estos cigarrillos y éstos sean mucho más peligrosos para la salud.
Generalmente las personas que hacen uso de estos cigarrillos son o para dejar de fumar o porque parece o dicen que sea más sano, tal y como afirma John P. Richie Jr., profesor de ciencias de la salud pública y de farmacología. Lo que está claro es que dichos cigarrillos siguen presentando nicotina aunque muchos fabricantes no lo quieran confirman, pero además también presenta muchas otras sustancias tóxicas que no son inocuas para el organismo, tal y como afirma Francisco Rodríguez Lozano, expresidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y actualmente presidente de la European Network for Smokins and Tobacco Prevention (ENSP).
Así mismo, estudios previos han encontrado niveles bajos de aldehídos, es decir compuestos químicos que pueden causar estrés oxidativo y daño celular. Pero el kit de la cuestión son los radicales libres y de los cuales no se han prestado suficiente atención hasta ahora por John P. Richie Jr.. Según Richie en su primer estudio entorno a los radicales libres, se encuentra en un rango muy superior a los cigarrillos convencionales, resultados publicados en la revista de Chemical Research in Toxicology. Es más, afirma que
los niveles de radicales que estamos viendo son superiores a los encontrados en un área de aire contaminado pero inferiores a los cigarrillos convencionales
Este es el primer paso para seguir investigando y quizás todos esos centros abiertos en la actualidad (aunque seamos francos, muchos han cerrado) acaben bajando sus persianas.