Abrimos artículo sobre el apasionante mundo de ser madre. ¿Cuantas veces hemos oído escuchar que si no haces «x» cosa, es que no somos buenas madres? ¿Cuantas veces tenemos que escuchar consejos de madres como si su único criterio fuera el único y válido? ¿Cuantas veces hemos escuchado a mujeres que no son madres y que te dan consejos sin tener en cuenta que su información no es válida porque carecen de experiencia y porque… cada niño es diferente?
Exceso de información
Internet nos invade y a las mamás que queremos ser las mejores mamás para nuestros , nos permitimos el lujo de ser bombardeadas de información: si hoy dar pollo era bueno, mañana será malo; si hoy le damos ternera, mañana será un alimento prohibido; si nuestras madres nos dieron yogures de «adulto», hoy seríamos las peores madres del mundo si lo hacemos; si hoy…
La información es cambiante, va evolucionando según nuestros pensamientos y nuestros intereses, y si nos damos cuenta, hasta la pediatría parece vivir en constante contradicción. Un ejemplo de ello me lo encontré cuando fui a la pediatra de la seguridad social. Mi bebé lo lleva un médico privado y sigo sus patrones de alimentación, pero cual fue mi sorpresa cuando en el momento de la vacunación obligatoria, la pediatra de la seguridad social dice que la alimentación no se hace así, si no que se hace a su manera… Aquí entra en juego dos factores: la edad entre pediatras es abismal, por lo que el criterio de uno estará sujeto a su aprendizaje de hace 30 años y el criterio del otro, al de 15 años; y uno es hombre y la otra, mujer.
Ante tales incongruencias entre profesionales, las mamás salimos confundidas: ¿Lo estaremos haciendo mal? ¿Y si mi bebé se pone malo? ¿Y si le hago daño si sigo el patrón de un pediatra pero no el otro? ¿Qué hago? Preguntas y preguntas que solamente tienen una respuesta, el criterio es el de la mamá y de nadie más.
Por otro lado, está Internet. Informaciones variopintas: que si la leche materna es única y si una madre no puede dar el pecho, es mala madre, no es posible que no sea capaz (a la hoguera!); si la carne de conejo es mejor que la de pollo; que si la alimentación sin gluten de «x» marca es una porquería en comparación con otras marcas; que si llevar al bebé a la guardería es lo mejor y si no lo haces, estás empujando a tu hijo a ser tonto; madre crianza propia vs madre que por obligación debe de meter al bebé en la guardería. ¿Quien tiene la verdad absoluta?
La justificación de las madres
¿Cuantas veces hemos escuchado a mamas que dicen que ellas potitos no dan, que eso es «caca» (las mamas primerizas modificamos nuestro lenguaje acorde con nuestro bebé… ¿Porqué?)? A la hora de la verdad, de casa para adentro, saben que si no han comprado, si no han tenido tiempo o simplemente no les apetece meterse en la cocina, siempre tendrán un socorrido potito escondido en la despensa…
¿Cuantas veces hemos escuchado apoyar la crianza en la guardería abalando que si no lo hacemos, hacemos que nuestros niños sean tontos? Desgraciadamente a ninguna mamá (o a casi ninguna) le gusta meter a sus hijos en la guardería. Lo hacen por necesidad y obligación. Trabajan, no tienen con quien y si lo tienen, no se fían. Todos sabemos que las guarderías son un lugar maravilloso y socorrido para las mamás, pero seamos sinceros… ¿Si no lo metemos, nuestro hijo se hará tonto? ¿Cuantas mamás tienen esa creencia y han sido criadas por sus madres y abuelos? ¿Son tontas?
¿Cuantas veces hemos escuchado decir que la leche materna es el único alimento viable para nuestros hijos y la leche «artificial», es puro veneno? ¿Cuantas veces hemos escuchado decir que perderemos el vínculo con nuestros hijos si no le damos de nuestro pecho?
1. El vínculo no se crea exclusivamente de un pecho. Muchas mamás le dan pecho a sus hijos y posteriormente cuando crecen, ni se acuerdan de ellos. Los ignoran, no les dan cariño, no juegan con ellos, les regañan constantemente…
2. La leche materna es fundamental pero las «prolactancia materna» no tienen el derecho a enjuiciar a mamás que no les da el pecho. Existe múltiples factores y sí, la imposibilidad fisiológica existe (aunque se empeñen en que no). Dar el pecho es sano, pero no lo es cuando nuestro hijo tiene dientes.
¿Qué debemos de hacer?
El único criterio a seguir es el tuyo. Un hijo criado con amor, dulzura, dedicación y paciencia, será un hijo feliz. Se establecerá un buen vínculo materno y nadie podrá cuestionarlo.
Los únicos consejos válidos son los dictados por tu corazón. Está bien prestar atención a los consejos de nuestro entorno, escúchales, sonríe, da las gracias y luego elige lo que consideres que es mejor para tu hijo. Solo tú conoces a tu hijo.
1 Respuesta para Ser mamá: esa gran preocupación
Bitacoras.com | 31 mayo, 2014 | 10:10
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